Diario descriptivo de las andaduras y torceduras de dos malagueños en las profundidas del este y oeste de los Estados Unidos de América del planeta Tierra (por si el Curiosity ha descubierto algo nuevo mientras tanto).
martes, 11 de septiembre de 2012
Día 13. De Las Vegas a Los Ángeles.
Después de desayunar en la habitación nos fuimos a consumir las dos invitaciones que nos dio el hotel. Le cedí mi café al Chanquete, porque el pobre por la mañana lo necesita.
Pusimos rumbo a Los Ángeles. Hicimos una parada en el Peggy Sue’s, una cafetería de 1954 situada en la Ruta 66, antes de San Bernardino, muy bien indicada, que no os podéis perder. Yo me pedí un plato de jamón asado con piña que estaba muy bueno. Además, las tartas son increíbles.
Después llegó el momento cumbre del viaje: la visita en la ciudad de San Bernardino al primer restaurante McDonald’s que se abrió, en 1948. Imaginaos, yo, allí... lo siento, pero es que me emociono con solo recordarlo. ¡Las cosas que recomiendan hacer estos americanos! Resultó ser un museo donde ya no se servían hamburguesas, que estaba cerrado.
Llegamos a la intersección de la avenida Santa Mónica con Ocean, punto oficioso que marca el final de la Ruta 66 con una placa homenaje a Will Rogers, cerca de las 17.00. ¡Por fin, yijaaaa! Después aparcamos correctamente el coche y fuimos andando hasta el que creímos punto real del final de la Ruta 66, que nuestra guía indicaba como la calle Olympic. Pensamos que era la intersección del boulevar Olympic con la calle Main, pero después de consultar el mapa ese mismo día por la noche resultó que era la intersección de los boulevares Olympic y Lincoln.
Una vez más diré, que si conseguimos atravesar la ciudad de LA fue gracias a la inestimable ayuda de nuestro gps. Sin él no lo habríamos logrado. Como no teníamos motel, nos pusimos a buscar uno para esa noche. El primero al que nos dirigimos fue al Venice Beach Cotel (60 USD ¡por persona!). Estaba situado en el barrio de Venice, evidentemente, que resultó ser residencia de gente alternativa (vamos, perrifláuticos) que no nos gustó nada. Y encima era caro.
Acabamos en el Ocean Park Hotel (35 USD por persona en una habitación doble con baño compartido). Simplemente correcto. La única pega es que el recepcionista me dijo que la playa estaba a una milla, y resultó estar a 25 minutos corriendo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario